"Si señora, tome su emoliente"
"No se preocupe señor, coma su
yacón"
"Pero no deje de seguir mis indicaciones"
Lindando
con el esoterismo, siguiendo recetas astrológicas y pactando con Chamanes no se
ha curado nadie. No digo que todos los curanderos, adivinadores,
amarra-parejas y demás superpoderosos sean charlatanes
en su totalidad, pero… muchos lo son.
El
perjuicio va más allá de lo que imaginan. No hay daño mayor en el que toma un
“Super archi” polvo proteico para bajar de peso o aumentar músculo de manera
mágica y lo deja cuando no ve resultados. Sólo su bolsillo fue asaltado por un
facineroso embaucador.
Pero,
¿Somos conscientes de cómo se afecta el crédulo? Me explico: el parroquiano
sensible al efecto placebo o el desesperado por recibir
soluciones rápidas va a depositar esperanza, plata, tiempo y hasta su salud en
tratamientos fútiles (si anda con suerte) y hasta mortales.
No tengo
nada contra la medicina natural. Es más, la fomento. Fomento con sustento.
Existe algo que se llama Medicina Basada en Evidencias (MBE), que incluye
tratamientos (en base a conocimiento) convencionales y naturales. Si hay
información científica veraz, de que una hierbita o una raíz chancada con rabanitos, miel de chancaca, ajonjolí y pimienta al gusto modifican
positivamente el curso de alguna enfermedad, pues tápese la nariz y tómese la cochinada esa.
Yo digo no a basarse en tradición
popular para reemplazar tratamientos comprobados; ¿Ver para creer? No. Leer
para saber.
Pregunta
al lector: En una reunión familiar, ¿Quién recomienda usualmente los
tratamientos caseros? (y a hasta desprestigia medicamentos porque conoció a
alguien al que le cayó mal). La abuela. ¿A quiénes atiendo? Abuelos/as de
muchos. Enfrento esas situaciones muy seguido y hay que tener tino para suspender
multivitamínicos, brebajes, tónicos y potajes fabricados en oscuro aquelarre pues
son parte de nuestra cultura y eso se respeta.
Muy claro
lo dijo mi profe de Medicina hace casi 10 años: “Si con agüita se cura,
pues agüita dale”. #faithpower
Consejo:
no imponer. Negociar. Ser estricto si vemos algo muy exagerado, pero dar chance
a que la naturaleza haga su chamba. Por ahí que te sorprendes. Y realmente hay
muchos casos en los que la tía hierbera del mercado te saca de apuros. Penca de
tuna para la hinchazón de piernas. Granadilla para el estreñimiento. Sábila
para la piel. Incienso para el relax. Pero esconder maracuyá en la
sala para ahuyentar al tunche, o bañar a un pobre chibolo con
fiebre con todos los aliños para ensalada que tiene a la mano la madre, son
cosas que no comparto.
Hay que
fidelizar a los pacientes a que reciban los tratamientos que sabemos que son
correctos y dejar que consuman medicina natural si sabemos que es beneficiosa.
Pero hay que saber de ambas cosas. El que no sabe de maca, achiote, cola de
caballo, pezuñita, chonta, caspiroletas, limones al cuello o alcanfor, déjelo
al experto.
Y con
“experto” no quiero referirme a Don Eusebio del Mercado de Surquillo (Puesto N°
321, pasando los pescados) si no a alguien con las competencias, diplomas y
experiencia para manejar pacientes con Medicina Natural.
Por otro
lado, un Médico, especialista en Cirugía Cardiovascular, con subespecialidad en
Transplante Cardíaco, con una super especialidad en operar sólo con la mano
izquierda, maestría en aquello y doctorado en lo otro,
¿tendrá la calidad profesional/moral para decirle a un paciente que no tome su
Uñita de gato? El pata la rompe, pero en otro campo.
Cada loco
con su tema.
Cada
enfermo con su hierba.
Hágale
caso a su médico. Búsquese un buen médico. A lavarse las manos, tomar pisco,
cagarse de risa y dormir bien.
- Señor, veo que
ha recuperado su peso después de la cirugía, lo felicito.
- Si, doctor. Es
todo por el gato.
- ¿Perdon? ¿Qué
gato?
- HIJA:
#trágametierra #hartoroche
- Como pan con
gato frito, o en chicharrón… ¡¡¡ay hijita!!! ¡¡¡¡pero si no me comí al Roger,
no te quejes!!!!
Mi vida. 2012. Me reí.