Innovar. Verbo que causa admiración, dándole comidita a tus detractores y una pócima
mágica de nuevos aires a los que necesitan un líder. Tal vez no un líder pero
si alguien que empuje la carreta. Meterle
turbo. Ya otro tomará el timón, otro escogerá la ruta y otra logrará sostenibilidad
en la empresa / viaje / proyecto / whatever.
¿Cómo diantres explota una neurona y derrama una lluvia de
pensamientos que terminan en una gran idea? Conjunción de factores: sube la
dopamina, fue un buen día en Candy crush,
dormiste riquísimo, te encontraste con tu pata “el chato” que hizo que te
cagues de risa con el chiste de siempre (el nadador cortadito, un clásico),
soñaste que Gisele Bündchen te decía: “soy tuya (y soy saga Falabella)”,
encontraste en la feria del libro esa condenada novela de un autor que no
recordabas y cuyo título tenía varias palabras… pero no te acordabas de ninguna…
pero en la portada salían dos chicas… ¿o tres? ¡¡¡¡¡y con estos datos te traen
tu novela!!!!! Y con descuento y autografiada y tapa dura y 5 separadores de
libros.
Buen día para recibir inspiraciones. Conjunción de factores.
Llega la idea. Con tu amiga tomando una chela. Oye, ¿si
hacemos esto? ¡Ya! Hacen números. Ven factibilidad. Es novedoso. Es interesante.
Es ético. Es útil. Es rentable. Armas un equipo. Más gente, más chelas, más
ideas. Se afina todo. Tajando lápices, limando ideas. Se pinta la cancha. ¿Arrancamos
el partido? Faltan permisos. Un par dicen: “eso es al toque”. Encuentras
trabas. Tontas. Falta que te lo digan directamente no más: “sólo vas a avanzar
si me das coima”.
Todo se va a la mierda. Los realistas ven que murió el
payaso, abandonan el barco. Todo queda en ideas. Hagamos aquí un stop. Para que una idea nazca, pasaron
muchas cosas… y la vas a dejar ahí volando. Alguien que se enteró y se copió o a
otro alguien se le va a ocurrir algo parecido. Y tu idea del millón ya no es tu idea.
Otra:
Conversando están 3 patas de
chamba. Este proceso no está bien. Está lento. Mucho papeleo. ¿Usamos esta app? Llama al gordo, que sabe de esto. Lees,
te informas, estudias. Chancas. Haces algoritmos. Cruzas cifras. Será mejor. Te
viene a la mente la frase “equipo multidisciplinario”. Convocas y vienen. Los convocados. Alboroto de ideas. Hay emoción
pues hace tiempo nadie innova. La gente mira distinto a los 3 patas nuevos que
quieren mejorar las cosas en la chamba. Son
jóvenes pues. Estudiaron en el extranjero.
Elevan el documento al jefe. Es
jueves y mañana se reúnen con el jefecito. El jefe no menciona nada del
proyecto. Te grita por otras cosas y te dice lo mal que trabajas (contrario a
las cifras que presentas, claro está). No hay presupuesto ni tiempo para
celebrar los cumpleaños este mes. Pasa otra semana. Nada.
Hablas con el jefe. ¿Proyecto? No
me llegó nada. ¡Ahhhh! ¿Tienes una copia aquí? Si, si, si, lo leí. No hay
tiempo para esto, mejor que siga como siempre ha sido.
Ah, caramba, ¿existe evidencia
científica y experiencia en otros países más avanzados? No lo sabía. Me dices
que eso lo mencionas en el proyecto, ¿no? Ok, ok, ok lo voy a leer… otra vez,
otra vez claro está.
Y al intentar 4 o 5 veces… te
rindes.
Consejo de pata: tu jefe no es el
máximo jefe. Siempre hay alguien más arriba y a veces al costado. Ampliando tu
visión encontrarás a esa persona que te ayudará. Innovar es hacerse notar y eso
despierta lo mejor y lo peor de cada persona. Admiración y envidia. Colaboración
y trabas. Abriendo caminos y esquivando rivales. No soy especialista en dribbling administrativo, aun me meten foul, aún me caigo, aún dejo sobre la
mesa miles de ideas alucinantes. Pero aprendí a levantarme y seguir. No hay
otra.
Pero ya tengo un equipo. Un grupo de gente que es un puño. Un puño duro,
carajo. Un puño del cual soy un nudillo más, donde cada uno lidera ciertos
proyectos según su experiencia. Tengo un mentor y varios maestros. Y tengo
alumnos. No dejo que me digan que no puedo. Pero ya aprendí hasta donde
insistir ante una puerta cerrada. Hay q buscar otras puertas. Lo más
importante. Les digo a otros que sí pueden. Ven,
te ayudo. Ven, toma esto que te servirá, ven escríbele a Pepe, él es un
destroyer en el tema. Abro puertas, abro ventanas, o digo como abrirlas,
por último.
Que no te digan que no puedes, a
no ser que te den un buen argumento.
Rodéate de gente que sume y
multiplique.
No te juntes con la chusma.
“Y, Fernando, explícame… ¿qué voy a ganar yo?”
“Nada, doctor”
“Ahí esta pues… tú me pides, tú me tienes que dar”
“Doc, igual lo voy a hacer, ya tengo permiso, solo le estaba avisando”
Mi vida laboral. Agosto con frio.
2014. Aprendí.